Transantiago: De defensor incondicional a "Usuario afectado".
Siempre he defendido el Transantiago, siendo entusiasta partidario de la idea, aún sin conocerla en detalle. Toda mi vida he sido testigo y usuario del desorden imperante en el transporte en Santiago, del riesgo para la ciudadanía por la calidad de los conductores que compitiendo desesperadamente por los pe$os que no le otorgaban un contrato de trabajo como debiera ser, dejaron siempre de lado toda responsabilidad y apego a la conducción responsable, dando origen a miles de accidentes con resultado de muerte de personas transportadas, peatones y tripulantes de otros vehículos. Para que decir del tremendo aporte de ello a la contaminación ambiental de la ciudad.
Al inicio de la campaña de formación y de las pruebas del nuevo sistema, mi enfado fue instantáneo con los medios de comunicación (Incluido TVN, canal de todos los chilenos). Ello, por la forma irresponsable de tratar los temas. igualando a la farándula, exacerbando los problemas, cero aporte a la formación y la educación, poniendo los problemas en la boca de la gente, etc. Toda la mediocridad tan propia del periodismo profesional de hoy. (Nunca he entendido que estudian los periodistas hoy en la universidad, si salen de ella apenas sabiendo hablar).
Sin embargo, quisiera compartir la experiencia real que me ha hecho entender los reclamos de los usuarios del sistema.
Yo vivo en Puente Alto, y trabajo en Providencia. Un buen recorrido para muestreo del efecto del cambio. De vuelta de vacaciones, he tenido entonces la experiencia de vivir el nuevo sistema.
El metro, desde su inauguración, ha sido una muy buena alternativa. Estoy a 5 cuadras de una estación. Desde la implementación del sistema, se ha transformado en un imposible en las horas “PIC”. Afortunado yo que en la mañana, puedo retrasar en algo mi salida, salvo reuniones programadas a primera hora. Pero es necesario dejar pasar varios trenes para poder subirse.
El regreso peor. Tratar de volver al horario normal de salida es una odisea. Lo mismo es quedarse en el trabajo por una o dos horas más. ¿No es que el sistema debe mejorar nuestra calidad de vida?
Combinaciones de BUS: Ni pensar. Como botón, cuento la experiencia de hoy. Dos horas, diez minutos desde Marchant Pereira a mi casa, rematando con un taxi de $710 para el ultimo tramo no cubierto por las combinaciones disponibles.
He visto todos los días desde que comenzó el sistema concentraciones de gente en los paraderos que nunca vi.
O sea, no hay como resolver, sino utilizando un medio de movilización propio. O sea, no cumple uno de los objetivos el sistema: hacernos dejar el auto en casa. Para que decir quienes no tienen esa opción (la mayor parte de quienes usan el transporte público).
Es cierto que en un tema tan complejo como este, hay muchos actores, todos con distintos objetivos o intereses. Que los de los “Empresarios” micreros, nunca han sido de los mas loables. Que hay muchas ineptitudes, tanto en el “estado” (todos nosotros) como en proveedores y choferes.
Sin embargo, basta salir a la calle para darse cuenta que está “mal pelado el chancho”. Hay que saber reconocer. La gente está sufriendo. Hay que ser respetuoso con eso (eso va para todos los actores). Y por lo que he podido conversar y vivir personalmente, no es solo tema de frecuencias, o mas o menos trenes y buses. Hay serios problemas de “cobertura”. Han dejado a mucha gente debiendo caminar muchas y muchas calles para terminar llegando a su domicilio o trabajo. Las obligaciones de la gente no les permite pasarse horas combinando más y más para tratar de acercarse (no solo por $$ sino por tiempos). Eso no es el sentido de una obra como esta ¿no?
Hay obvios elementos para darse cuenta que no es un tema de dias de acostumbramiento o de aprendizaje en su uso, porque el asunto está recien empezando. No estamos en presencia de una ciudad con un metro de 10 lineas cubriendo la ciudad.
Es cosa de recorrer la ciudad, para darse cuenta y reconocer que el cambio debió ser gradual.
Yo sé que no es la presidenta la que ejecuta las cosas. Pero para ser consecuente con las responsabilidades sobre las violaciones de derechos humanos y otras similares, en que siempre se exige la responsabilidad de una autoridad (siempre he pensado ello), no veo otra más representativa en este caso. ¿A quién más hablarle?
También es cierto que uno no puede andar detrás de cada persona que interviene en un proceso. Debe haber alguien a quien dirigirse.
Verdad es que si no hay sinergia, no hay proceso que funcione, independientemente que haya o no un responsable, pero esa sinergia, es parte del plan...
Así las cosas presidenta Michelle, debes aceptar que (en buen chileno y disculpando la confianza) te mandaste un "condoro" continuando lo iniciado por don Ricardo padre sin analizar con la gente, con los usuarios antes de actuar. Mucho diplomado, mucho MBA, Mucho doctorado etc., seguramente detrás de todo, pero se ve a todas luces poco “técnico” y poco ciudadano (demasiado cerebro que no usa el servicio que se estraba diseñando y no lo va a usar tampoco). Ahora, compañera presidenta, debieras ser más astuta, y buscar la forma de reparar. Humildemente, y "Escuchando al pueblo" (Al que no tiene para resolver comprando un auto).
Es sabio deshacer algo incluso, si se tiene la grandeza de reconocer error en totalidad o parte de lo hecho.
Al que encuentra que estoy siendo duro, le invito a mi casa, “en micro”.
Al inicio de la campaña de formación y de las pruebas del nuevo sistema, mi enfado fue instantáneo con los medios de comunicación (Incluido TVN, canal de todos los chilenos). Ello, por la forma irresponsable de tratar los temas. igualando a la farándula, exacerbando los problemas, cero aporte a la formación y la educación, poniendo los problemas en la boca de la gente, etc. Toda la mediocridad tan propia del periodismo profesional de hoy. (Nunca he entendido que estudian los periodistas hoy en la universidad, si salen de ella apenas sabiendo hablar).
Sin embargo, quisiera compartir la experiencia real que me ha hecho entender los reclamos de los usuarios del sistema.
Yo vivo en Puente Alto, y trabajo en Providencia. Un buen recorrido para muestreo del efecto del cambio. De vuelta de vacaciones, he tenido entonces la experiencia de vivir el nuevo sistema.
El metro, desde su inauguración, ha sido una muy buena alternativa. Estoy a 5 cuadras de una estación. Desde la implementación del sistema, se ha transformado en un imposible en las horas “PIC”. Afortunado yo que en la mañana, puedo retrasar en algo mi salida, salvo reuniones programadas a primera hora. Pero es necesario dejar pasar varios trenes para poder subirse.
El regreso peor. Tratar de volver al horario normal de salida es una odisea. Lo mismo es quedarse en el trabajo por una o dos horas más. ¿No es que el sistema debe mejorar nuestra calidad de vida?
Combinaciones de BUS: Ni pensar. Como botón, cuento la experiencia de hoy. Dos horas, diez minutos desde Marchant Pereira a mi casa, rematando con un taxi de $710 para el ultimo tramo no cubierto por las combinaciones disponibles.
He visto todos los días desde que comenzó el sistema concentraciones de gente en los paraderos que nunca vi.
O sea, no hay como resolver, sino utilizando un medio de movilización propio. O sea, no cumple uno de los objetivos el sistema: hacernos dejar el auto en casa. Para que decir quienes no tienen esa opción (la mayor parte de quienes usan el transporte público).
Es cierto que en un tema tan complejo como este, hay muchos actores, todos con distintos objetivos o intereses. Que los de los “Empresarios” micreros, nunca han sido de los mas loables. Que hay muchas ineptitudes, tanto en el “estado” (todos nosotros) como en proveedores y choferes.
Sin embargo, basta salir a la calle para darse cuenta que está “mal pelado el chancho”. Hay que saber reconocer. La gente está sufriendo. Hay que ser respetuoso con eso (eso va para todos los actores). Y por lo que he podido conversar y vivir personalmente, no es solo tema de frecuencias, o mas o menos trenes y buses. Hay serios problemas de “cobertura”. Han dejado a mucha gente debiendo caminar muchas y muchas calles para terminar llegando a su domicilio o trabajo. Las obligaciones de la gente no les permite pasarse horas combinando más y más para tratar de acercarse (no solo por $$ sino por tiempos). Eso no es el sentido de una obra como esta ¿no?
Hay obvios elementos para darse cuenta que no es un tema de dias de acostumbramiento o de aprendizaje en su uso, porque el asunto está recien empezando. No estamos en presencia de una ciudad con un metro de 10 lineas cubriendo la ciudad.
Es cosa de recorrer la ciudad, para darse cuenta y reconocer que el cambio debió ser gradual.
Yo sé que no es la presidenta la que ejecuta las cosas. Pero para ser consecuente con las responsabilidades sobre las violaciones de derechos humanos y otras similares, en que siempre se exige la responsabilidad de una autoridad (siempre he pensado ello), no veo otra más representativa en este caso. ¿A quién más hablarle?
También es cierto que uno no puede andar detrás de cada persona que interviene en un proceso. Debe haber alguien a quien dirigirse.
Verdad es que si no hay sinergia, no hay proceso que funcione, independientemente que haya o no un responsable, pero esa sinergia, es parte del plan...
Así las cosas presidenta Michelle, debes aceptar que (en buen chileno y disculpando la confianza) te mandaste un "condoro" continuando lo iniciado por don Ricardo padre sin analizar con la gente, con los usuarios antes de actuar. Mucho diplomado, mucho MBA, Mucho doctorado etc., seguramente detrás de todo, pero se ve a todas luces poco “técnico” y poco ciudadano (demasiado cerebro que no usa el servicio que se estraba diseñando y no lo va a usar tampoco). Ahora, compañera presidenta, debieras ser más astuta, y buscar la forma de reparar. Humildemente, y "Escuchando al pueblo" (Al que no tiene para resolver comprando un auto).
Es sabio deshacer algo incluso, si se tiene la grandeza de reconocer error en totalidad o parte de lo hecho.
Al que encuentra que estoy siendo duro, le invito a mi casa, “en micro”.
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