domingo, septiembre 10, 2006

¿Somos una civilización en Decadencia?


¿Somos una civilización en Decadencia?

Arnold Joseph Toynbee (4 de abril de 1889 - 22 de octubre de 1975). Historiador británico, estableció una teoría cíclica sobre el desarrollo de las civilizaciones. Según él, las civilizaciones no son sino el resultado de la respuesta de un grupo humano a los desafíos que sufre, ya sean naturales o sociales. De acuerdo con esta teoría, una civilización crece y prospera cuando su respuesta a un desafío no sólo tiene éxito, sino que estimula una nueva serie de desafíos; una civilización decae como resultado de su “impotencia” para enfrentarse con los desafíos que se le presentan.


Sin duda, esa “Impotencia” para enfrentar los desafíos, debe estar configurada por un sinnúmero de factores. Sin embargo para mí los fundamentales tienen que ver con nuestro compromiso personal con la sociedad como conjunto, con el sabernos y reconocernos responsablemente como “parte de un todo”, en el que no caben, a mi entender los individualismos y personalismos que en definitiva nos lleva a no poder enfrentar desafíos como un todo, como grupo, como sociedad.

En ese sentido, creo que estamos en mal camino. Porque diariamente escucho en todo tipo de conversaciones cómo las personas se alejan de esa responsabilidad vital de grupo. La tendencia fuerte de pensar en que “otros” tienen la responsabilidad de hacer que nuestro mundo funcione. Y somos implacables en criticar la fallas de estos “responsables sociales”, pero absolutistas en rechazar alguna responsabilidad personal frente a ello desde las instancias más básicas. (El centro de alumnos, la junta vecinal, los centros de apoderados para quienes son padres, etc.). No hay que involucrarse en temas “Políticos”.

Así las cosas, cada vez mas gente centrada en la “queja”, desde sus palcos, mas que en la resolución de los problemas que nos tocan a todos. (Para eso están las autoridades).

Lo anterior, asumiendo los grupos de personas con un nivel de distinciones suficientes como para actuar de esa forma, por lo cual se le puede dar una categoría de irresponsabilidad al no asumir.
Más grave aún, me resulta la indiferencia (de la responsabilidad social de quienes tenemos las distinciones) frente a la necesidad urgente de brindar educación a toda la sociedad en su conjunto, que permita igualar y masificar distinciones y oportunidades, sin discriminación previa de capacidades, fomentar el respeto y la tolerancia a las diferencias.


Muchos podemos pensar en intereses absolutamente dirigidos para que las cosas a nivel social ocurran como creo se están dando. Sin duda. En el fondo hay mucho para conversar al respecto, y espero en el tiempo que parte de esas discusiones se puedan dar en este espacio.Pero sin duda, hay mucho que puede empezar “por casa”. Ninguna transformación será posible sin partir de nosotros mismos. En lo cotidiano, en el respeto, en la tolerancia, en la buena disposición a los demás, a partir de los pequeños actos, que se han perdido y creo necesario recuperar. Solo así podría esperarse que la moderna civilización occidental pudiera escapar a la norma general de decadencia de las civilizaciones

4 comentarios:

Andrés Pinar dijo...

Hablas de varios temas en el artículo, y quisiera comentar algunos:
1. La falta de compromiso. Me parece que hoy en Chile no se dan los espacios para que ese espacio de discusión se realice. Prueba de ello es que los alumnos tienen que salir a protestar para tener una mejor educación, cosa que me parece que debiera ser de perogrullo en un mundo "normal". La concertación y la derecha (fusionados a partir de 1988), se preocupan por mantener un espacio para los que les entregan mejores "dividendos". El repudio a estas acciones no aparece en Canal 13, por lo que el espacio de debate es mínimo.
2. El respeto comienza por uno mismo. En eso estoy completamente de acuerdo. Ya no pienso en que este mundo se puede cambiar. Sin embargo, ahora mi estrategia es que puedo cambiar mi entorno más cercano, o quizás no cambiar, pero si por lo menos mostrar mi postura. Y eso me deja más tranquilo, porque me permite dividir el problema en n problemas más chicos. Y si la matemática de inducción es cierta, podría ser que algún día (antes del juicio final), veamos la luz como humanidad.

Tiago_ dijo...

Querido amigo
Qué bueno saber que andas por estos lados también. ¡¡Y con qué temita te viniste a meter enseguida!! :)

Como bien lo sabes es sin lugar a duda un tema con el que siempre me ha atraído y sobre el cual hemos reflexionado en más de una ocasión. Dada la amplitud con la cual lo estás abordando (y me alegra que lo hagas desde Toynbee y su teoría del surgimiento y decadencia de las civilizaciones) difícilmente podré ser muy preciso en este "breve" comentario...

De todas maneras, me encantaría conversarlo frente a un buen cafe - cuando tu quieras.

Un abrazo,

T_

Josefo dijo...

Andres:

En el fondo el tema es: Pensemos y actuemos en función de nuestros valores, como decía don Salvador: "la revolución parte por nosotros mismos". Cambiemos, y luego provoquemos el cambio. Reconociendo lo que planteas en el punto 1, sigo pensando que la mayor parte de la gente critica sin participar, pudiendo hacerlo en muchas instancias que si estan a su alcance. (Ya verás cuando vayas a una simple reunión de apoderados de colegio)...

Josefo dijo...

Tiago:

Nos reunimos esta semana a charlar de esto y de mucho.. no te olvides...